Los guantes de un solo uso son uno de los suministros hospitalarios con mayor volumen de uso. Puesto que hacen falta distintos tipos y tamaños de guantes para los diversos departamentos, tareas clínicas y miembros del personal, elegir los guantes adecuados puede ser una tarea compleja.
Gracias a los avances de la tecnología, los guantes quirúrgicos y de examen actuales ofrecen más prestaciones y ventajas que nunca. Medline desea facilitarle la tarea de evaluar todas las opciones del mercado para que logre elegir los guantes y los materiales adecuados.
En esta guía se describen las diferencias entre los principales tipos de guantes con el fin de informarle y ayudarle a tomar decisiones fundamentadas.
Los guantes sin aceleradores son una solución para el creciente número de casos de alergias de tipo IV.11 Estos ayudarán a reducir el número de profesionales que padecen irritación cutánea no causada por el látex. Pasarse a los guantes sin aceleradores, de los cuales hay una variedad de opciones en el mercado, permitirá que las personas que presentan alergias químicas sigan trabajando de forma segura. También reducirá los costes de tratamiento y limitará el uso de personal externo cuando el personal habitual no pueda trabajar.
La evolución de los guantes quirúrgicos
1947
Primer guante quirúrgico que contiene polvo, látex de caucho natural y aceleradores químicos.
1983
Primer guante quirúrgico sin polvo, pero que todavía contiene látex de caucho natural y aceleradores químicos.
1990s
Primer guante quirúrgico hecho sin polvo y sin látex de caucho natural, pero todavía con aceleradores químicos.
2016
Medline introduce el primer guante quirúrgico hecho sin polvo, látex de caucho natural y sin aceleradores químicos
La pandemia de COVID-19 ha provocado importantes desafíos en el sector de la salud, incluidos los atrasos quirúrgicos, el aumento de los costos de la atención médica y la escasez de personal.
Durante la pandemia, el 21 por ciento —ahora el 18 por ciento— de las personas que necesitaban atención en la Unión Europea no podían acceder a los exámenes médicos ni recibir tratamiento porque los equipos clínicos estaban sobrecargados y las evaluaciones preliminares priorizaron ciertos servicios de atención y, lamentablemente, esta tendencia no muestra signos de terminar a corto plazo.
Al abordar la escasez de personal, la Comisión Europea estima que se necesitan 1 millón de enfermeras adicionales para satisfacer las demandas actuales de atención médica. Además, la presión financiera sobre los centros de salud ha sido sustancial desde el inicio de la COVID-19. Los gastos de mano de obra hospitalaria han aumentado en más de un tercio en comparación con los niveles anteriores a la pandemia.
En 2003 se llevó a cabo una encuesta en el NHS (Servicio Nacional de Salud) del Reino Unido y el resultado mostró que el 60 por ciento de la totalidad de los centros no había tomado medidas para minimizar o controlar el riesgo de exposición al látex.13 Se puede hacer mucho para mejorar esas cifras, y un punto de partida sencillo y eficaz es la sustitución de los guantes de látex por guantes sin látex. Una vez hecho eso, las ventajas se advierten rápidamente.
Al emplear sólo guantes sin látex, es posible que el coste del material disminuya, puesto que comprar un producto en grandes cantidades es más barato que comprar diversos productos.
El número de incidentes ocurridos en las unidades donde sólo se utilizan guantes sin látex ha disminuido de forma pronunciada al pasar directamente de los guantes de látex a los guantes sin látex.14 La reducción del número de incidentes va de la mano de una reducción de los costes de tratamiento para las reacciones alérgicas al látex y disminuye los costes del personal temporal o externo.
El uso de guantes sin látex es una medida clínicamente responsable, resulta rentable y ahorra tiempo. Cambiar a los guantes sin látex aporta a los pacientes confianza y seguridad respecto a su tratamiento y ayuda a que los centros médicos funcionen adecuadamente. Todo ello es prioritario para los profesionales sanitarios, por lo que debe aprovecharse cualquier oportunidad de marcar una diferencia.
El uso de guantes con polvo sigue prevaleciendo en los hospitales y quirófanos, a pesar de la gran cantidad de riesgos que presenta y las numerosas organizaciones internacionales que promueven el cambio a los guantes sin polvo.
Esto significa que se dan situaciones evitables tanto con los pacientes como con el personal. Se han realizado numerosos estudios en todo el mundo que han puesto de manifiesto una serie de cuestiones. En algunos países, esos estudios han dado lugar a una prohibición total de los guantes empolvados.
Hay una amplia variedad de literatura que explica cómo se pueden realizar cambios y los promueve. La FDA (Agencia de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.) ya ha prohibido el uso de guantes empolvados.15 En el Reino Unido, existen recomendaciones de las autoridades sanitarias y del gobierno destinadas a disuadir de su uso.13
Seguridad del personal
La salud del personal está relacionada de forma directa con el buen funcionamiento de los hospitales. Es comprensible que el control de las infecciones sea un aspecto clave del cuidado de los pacientes, lo cual debe priorizarse, pero quizá otras cuestiones como las reacciones alérgicas no se comprenden igual de bien.
El asma y otros problemas respiratorios están relacionados con el uso de guantes con polvo por naturaleza como vector aéreo del polvo. También se asocian con frecuencia la conjuntivitis y la inflamación de las articulaciones con el uso de guantes con polvo.16
Es difícil controlar y tratar la sequedad de la piel, que puede exacerbarse o convertirse en dermatitis de contacto irritativa (DCI),17 si los profesionales sanitarios siguen utilizándolos.
¿Prevención de la transmisión de gérmenes?
Existen también inquietudes habituales sobre el uso de guantes con polvo en lo que respecta al cierre de heridas. La cuestión es sencillamente que cualquier esparadrapo empleado para cerrar una herida tiene más probabilidades de pegarse a un guante empolvado que a un guante sin polvo que lleve el profesional. El polvo que recubre el guante se une al sudor y a cualquier mucosidad, y ello aumenta considerablemente el riesgo de que se extienda una infección en el entorno clínico.
A medida que el polvo entra en contacto con los equipos y materiales, las infecciones o los gérmenes pueden comenzar a extenderse y son difíciles de aislar. En los guantes con polvo y en su fabricación están presentes más sustancias químicas. Estas sustancias pueden causar una reacción alérgica, así como dificultar la curación de las afecciones existentes. Ello afecta a la capacidad del profesional clínico para desempeñar las tareas de atención de primera línea, lo cual a su vez aumenta la escasez de personal y empeora las cuestiones económicas relacionadas como, por ejemplo, que haya que costear la contratación de personal de una agencia externa.
El buen funcionamiento de los entornos clínicos requiere que se cubran las necesidades de los pacientes y del personal de formas eficientes y rentables. El objetivo de proporcionar una barrera segura frente a la suciedad y la infección puede alcanzarse con éxito, al igual que el de garantizar que el número de reacciones alérgicas se reduce al mínimo absoluto, pero es necesario realizar inversiones y estar abiertos al cambio. Los guantes sin polvo son una forma segura de aportar a estos objetivos unos resultados instantáneos y de largo alcance.18
Una de las principales preocupaciones para los cirujanos y el personal de quirófano es el riesgo de exposición a microorganismos patógenos transmitidos por la sangre. Aunque a menudo el ojo humano no detecta las microperforaciones en los guantes quirúrgicos, estas son lo suficientemente grandes como para permitir que los microorganismos patógenos pasen de la persona que lleva puesto el guante al paciente y provoquen una infección.
En un estudio reciente se comunicó que más del 80 por ciento del total de perforaciones en guantes pasa desapercibido.¹ En otro estudio se indicó que la incidencia de microperforaciones en guantes aumenta con el tiempo de uso.²
Un método demostrado para reducir estos riesgos es el uso de un doble guante, con un guante oscuro debajo.
Técnica de doble guante
Llevar puesto un único guante protege a quien lo lleva frente a las infecciones transmitidas por la sangre, pero hace falta una mayor protección cuando se utilizan agujas e instrumentos afilados debido al elevado riesgo de punción. Usar dos pares de guantes quirúrgicos minimiza notablemente el riesgo de contaminación cruzada, ya que se añade una capa de protección adicional.
VIDEO
Técnica de uso de doble guante (en inglés)
Si se da una perforación, el guante interior está protegido por el guante exterior. En un estudio del Colegio Americano de Cirujanos se mostró que usar el doble guante reduce el riesgo de exposición a la sangre del paciente en hasta un 87 por ciento cuando se perfora el guante exterior.³
Gracias a la técnica de doble guante, el número de perforaciones del guante interior se reduce significativamente, y el cirujano puede detectar los agujeros más rápido si emplea un guante interior oscuro. Según un estudio clínico publicado en la revista de la AORN, cuando se empleó un guante interior con un color que generaba contraste, se detectó el 84 por ciento de las perforaciones en una media de 22 segundos, mientras que con un único guante se detectó el 8 por ciento de las perforaciones en 47 segundos.4
¿Cómo funciona este sistema?
La persona se pone el guante interior oscuro, especialmente diseñado para este fin, como primera capa de protección y encima se pone un guante exterior claro o translúcido.
Si el guante exterior se perfora durante la intervención quirúrgica, la sangre y otros líquidos se infiltran entre las dos capas de guantes y el color de contraste del guante interior verde oscuro alerta a la persona de que debe cambiarse los guantes.
Cambiar inmediatamente de guantes tras la perforación minimiza el riesgo de transmisión de microbios patógenos entre la persona que los lleva puestos y el paciente.
Las combinaciones del doble guante a menudo son cuestión de preferencias personales, pero es muy recomendable emplear un guante interior de otro color con el fin de detectar la perforación más rápido si el guante resulta dañado.
¿Y la técnica quirúrgica?
Muchos cirujanos son reticentes al uso del doble guante porque consideran que disminuirá su sensibilidad táctil y, en consecuencia, reducirá su destreza. Sin embargo, un estudio realizado por el Real Colegio de Cirujanos de Inglaterra sobre el doble guante y la técnica quirúrgica muestra que no existe una diferencia significativa en la técnica quirúrgica al emplear guante único o doble guante.5 Los resultados indican que el doble guante no afecta a la destreza del cirujano.
Referencias
1 Edlich R, Wind T, Hill L, Thacker J 2005 Resistance of double glove hole puncture indication systems to surgical needle puncture Journal of Long-term Effects of Medical Implants 15(2) 85-90
2 Partecke, Lars Ivo, Anna-Maria Goerdt, Inga Langner, Bernd Jaeger, Ojan Assadian, Claus-Dieter Heidecke, Axel Kramer and Nils-Olaf Huebner. 'Incidence of microperforation for Surgical Gloves Depends on Duration of Wear.' Infection Control and Hospital Epidemiology 30.5 (2009): 409-14. Print
3 Berguer R & Heller PJ. Preventing sharps injuries in the operating room. Journal of the American College of Surgeons. 2004; (199)3:462-467
4 Thomas-Copeland, Do Surgical Personnel Really Need to Double-Glove? AORN Journal, FEBRUARY 2009, VOL 89, NO 2; page 327. 5. Korniewicz D & El-Masri M. Exploring the benefits of double gloving during surgery. AORN Journal. 2012; 95(3):328-336
5 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2497939/
6 Part 1, Pages 831 – 839. Available at: www.jaad.org Accessed 17 December 2015.
7 https://www.henryschein.com/us-es/images/medical/PPE-Chemical-Allergy-Masquerade.pdf
8 http://latexallergyresources.org/sites/default/files/newsletter-attachments/The%20ALERT%20May%202012.pdf
9 http://www.nocil.com/Downloadfile/DTechnicalNote-Vulcanization-Dec10.pdf
10 http://www.chemicalland21.com/specialtychem/perchem/DIPHENYL%20GUANIDINE.htm
11 Gardner N. Accelerator free fact or fiction. Health & Safety International. October 2008. Available at: www.shieldscientific.com Accessed December 17, 2015.
12 http://acaai.org/allergies/types/skin-allergies/latex-allergy
13 http://www.hse.gov.uk/skin/employ/latex-gloves.htm
14 http://www.safety.admin.cam.ac.uk/files/hsd034c.pdf
15 https://www.asco.org/advocacy-policy/asco-in-action/FDA-bans-medical-powdered-gloves
16 https://www.anaphylaxis.org.uk/wp-content/uploads/2016/08/Latex-2016-version-8-with-final-amendment-AS-comms-approval.pdf
17 http://www.nhs.uk/Conditions/Eczema-(contact-dermatitis)/Pages/Introduction.aspx
18 http://www.profahandisafe.com/wp-content/uploads/2016/08/Sempermed-Informs-Change-to-powder-free.pdf
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