Son numerosos los pacientes que día a día acuden a quirófano para ser sometidos a una intervención o procedimiento quirúrgico que precisa de anestesia general. Mientras, otros son sometidos a procedimientos diagnósticos como colonoscopias, histeroscopias, cistoscopias, etc., en los que se precisa una sedación consciente mediante la administración de medicamentos intravenosos anestésicos. No obstante, estos últimos se recuperan rápidamente y retornan a sus actividades cotidianas poco después de la administración de dichos medicamentos intravenosos.
Pero, ¿qué tienen en común ambos tipos de pacientes?
La anestesia general, al igual que la sedación, pueden provocar diversos efectos en el sistema respiratorio, incluyendo: obstrucción de la vía aérea, pérdida de los reflejos protectores, disminución de la ventilación (hipoventilación), o incluso su interrupción (apnea).
Por tanto, una de las principales responsabilidades del anestesiólogo y/o de la enfermera de anestesia es garantizar una vía aérea permeable y mantener una adecuada ventilación y oxigenación.
El concepto de manejo eficaz de la vía aérea aborda esta práctica esencial de establecer, asegurar y garantizar una vía aérea permeable mediante la realización de maniobras, técnicas y utilización de dispositivos médicos que permitan una ventilación adecuada y segura en aquellos pacientes que lo necesitan.
El resultado final dependerá de las características del paciente en particular, la disponibilidad de equipos y la destreza del equipo de anestesia. El fracaso en el manejo de la vía aérea puede tener implicaciones tan graves como una lesión encefálica hipóxica o la muerte.
¿Qué factores pueden ayudar a predecir un adecuado control de la vía aérea?
A través de una exhaustiva evaluación previa de la vía aérea y de la rápida detección de factores predictivos de una vía aérea difícil (VAD) el anestesiólogo puede realizar una planificación adecuada cuando existe la posibilidad de que surjan dificultades en el manejo de la vía respiratoria.
La evaluación clínica de la vía aérea incluye la identificación de patologías asociadas a VAD en la historia clínica, la valoración de síntomas de obstrucción de la vía aérea y la exploración de los factores anatómicos predictivos de VAD, tanto para intubación difícil como para ventilación difícil con mascarilla facial.
Lograr un manejo efectivo de la vía aérea requiere una amplia gama de conocimientos y destrezas. Esto implica la capacidad de anticiparnos ante posibles complicaciones en el control de la vía respiratoria, así como elaborar un plan adecuado para su manejo.
La Junta Europea de Anestesiología (EBA) junto con la Sociedad Europea de Anestesiología (ESA), elaboraron en 2010 la “Declaración de Helsinki sobre la Seguridad del Paciente en Anestesiología” con el objetivo de promover unos cuidados perioperatorios seguros. Dentro de las medidas recomendadas, se establece la necesidad de disponer de protocolos y recursos para la gestión de ciertas situaciones de riesgo.
¿Con qué dispositivos médicos cuentan los profesionales sanitarios para realizar un adecuado manejo de la vía aérea?
Mascarillas faciales de anestesia (MF)
Proporcionan oxígeno antes de conseguir las condiciones ideales para intubación traqueal, para proporcionar gases anestésicos a un paciente con ventilación espontánea y como el principal modo de ventilación para una anestesia de corta duración.
Son tubos de plástico de un solo uso, con o sin manguito (“cuff”), diseñados para ser introducidos a través de la nariz o de la boca y asentarse con su extremo distal en la parte media de la tráquea. Su función es la de asegurar una vía aérea permeable y facilitar la ventilación de ambos pulmones.
Tubos endotraqueales de doble lumen (TDL)
Son tubos endotraqueales que se utilizan en ciertas circunstancias clínicas para la ventilación de un solo pulmón.
Cánulas orofaríngeas, tubo de Guedel o tubo de Mayo
Su objetivo es el de favorecer la permeabilidad de la vía aérea ante la ausencia de reflejos del paciente, evitando que la lengua caiga hacia la pared posterior de la faringe.
Son instrumentos largos, delgados y maleables comúnmente empleados para facilitar el paso de un Tubo Endotraqueal (TET) a través de la glotis.
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Santiago Domínguez
Clinical Sales, Medline Iberia
Santiago, originario de Zamora, vive en Barcelona, dónde ha enfocado su formación y desarrollo profesional en entornos quirúrgicos. Ha ejercido como enfermero instrumentista y de anestesia. Ahora, como Clinical Sales en Medline, respalda al equipo de ventas y ofrece soporte clínico con el objetivo de maximizar la eficiencia en el área quirúrgica. Es un aficionado a la montaña, la lectura y las escapadas de fin de semana. Conoce mejor su perfil en LinkedIn.
Referencias:
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